La caldera de gas es uno de los elementos más importantes en los hogares que dependen de este sistema para la calefacción y el suministro de agua caliente.
Sin embargo, la calidad del agua que circula por el sistema puede influir significativamente en su rendimiento. Entre los factores que afectan negativamente a las calderas se encuentra la dureza del agua, especialmente en regiones donde el agua es moderadamente dura o muy dura.
A continuación, analizaremos cómo la agua dura afecta a las calderas de gas, sus consecuencias, y las mejores formas de prevenir estos problemas.

¿Qué es la dureza del agua?
Se refiere a la concentración de minerales, principalmente calcio y magnesio, presentes en el agua. Estos minerales, aunque no son dañinos para la salud humana, pueden causar acumulaciones de cal en las tuberías y los sistemas de calefacción.
El grado de dureza del agua se mide en partes por millón (ppm) o en grados de dureza, y dependiendo de la región, el agua puede clasificarse como blanda, moderadamente dura o dura. El agua moderadamente dura o dura es problemática para las calderas de gas, ya que al calentarse, los minerales disueltos tienden a precipitarse formando depósitos de cal. Con el tiempo, estos depósitos pueden obstruir los conductos y afectar el rendimiento del sistema.
Pérdida de eficiencia energética:
Uno de los efectos más notables del agua dura en una caldera de gas es la pérdida de eficiencia energética. La cal acumulada en las paredes internas de la caldera dificulta la transferencia de calor entre el agua y la llama. Esto obliga a la caldera a trabajar más para alcanzar la temperatura deseada, lo que incrementa el consumo de gas y las facturas energéticas.
Este aumento en el consumo no solo afecta el bolsillo del usuario, sino que también tiene un impacto ambiental al incrementar las emisiones de gases contaminantes.

Riesgo de daños en los componentes de la caldera:
El agua dura también puede provocar daños significativos en los componentes internos de la caldera.
La acumulación de cal en válvulas, bombas y conductos puede reducir la funcionalidad de estas piezas, provocando su fallo total.
Estos problemas no solo requieren reparaciones costosas, sino que también pueden reducir la vida útil de la caldera.
Consejos para reducir y prevenir los depósitos de cal:
- Instalación de descalcificadores: Se encargan de eliminar los minerales que causan la dureza del agua antes de que vayan al sistema domestico. Previenen la acumulación de cal. Se puede configurar según las necesidades del hogar.
- Tratamientos químicos: Existen productos químicos que se añaden al sistema para evitar la solidificación de cal y para remover los existentes. Su manipulación debe ser con cuidado y siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Mantenimiento programado: Actualmente muchas calderas vienen integradas programas que realizan un mantenimiento regular para mantener la eficacia de la caldera y del calentador del agua.
Conclusión
Es fundamental saber las consecuencias del agua dura en la caldera para tomar medidas preventivas, con ello la eficacia y la durabilidad de la caldera será mayor y se evitará problemas mayores como la erosión por la acumulación de cal.